Add parallel Print Page Options

28 Por eso Jesús, que estaba enseñando en el templo, dijo con voz fuerte:

―¡Así que ustedes me conocen y saben de dónde vengo! Yo no vengo por mi propia cuenta sino que me envió alguien en quien se puede confiar. Ustedes no lo conocen, 29 pero yo sí lo conozco porque vengo de él, y él mismo me envió.

30 Entonces quisieron arrestarlo, pero nadie le echó mano porque todavía no había llegado su tiempo.

Read full chapter